Dominicanos adelantan retorno a Puerto Rico preocupados por sismo

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SAN JUAN, PUERTO RICO.-Dominicanos residentes en Puerto Rico adelantaron su salida ayer hacia esta isla tras ocurrir un sismo de 6.4 en el sur de ese país.

Dulce Gervacio, quien tiene más de 25 años viviendo en “la Isla del Encanto”, narró a EL DÍA que estuvo en el aeropuerto desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde para lograr abordar un vuelo y poder estar al lado de sus familiares y amistades.

Sin contener sus emociones, dijo que no sabía qué iba a encontrar, ya que no había podido comunicarse con sus familiares tras el sismo del lunes.

“Espero que al llegar los encuentre a todos bien”, dijo, mientras esperaba su vuelo en el Aeropuerto Internacional José Francisco Peña Gómez.

En Sa Juan, Rubén Suriel, un empresario dominicano con 50 años en Puerto Rico, dijo que estuvo despierto desde que se produjo el sismo, porque los empleados entraron en pánico y querían dejar solo el negocio.

“Esperamos en Dios que todo se resuelva. Creo que debemos dar mucha rodilla, como dicen muchos, para que no pasen estas cosas en Puerto Rico”, manifestó Suriel.

Expresó que, contrario a como dejó la isla en diciembre, ahora lo que había era mucha gente desconcertada y con mucho pánico.

Arianna Pérez, una dominicana que vive en San Juan desde hace cinco años, expresó preocupación ante el escenario devastador que podría encontrar, ya que todo cambia según la situación.

Puso como ejemplo que hasta el momento de hablar con EL DÍA no sabía cuándo podrá volver a tomar clases, las cuales han sido suspendidas por las autoridades ante el temor de que los edificios colapsen producto del sismo.

“Tengo un poco de tristeza, porque mi familia está allá y cómo se están produciendo réplicas del sismo no se sabe qué esperar. Eso hace que uno se sienta algo desconcertado”, dijo.

Residentes sorprendidos

Varios residentes del municipio de Ponce, en el sur de Puerto Rico, permanecen sorprendidos y preocupados por el terremoto de magnitud 6,4 que sacudió en la madrugada de este martes a la isla y que aún mantiene al territorio caribeño sin servicio eléctrico.

“Fue demasiado fuerte para nosotros. Yo no quiero llegar ni al apartamento. Sigo la alerta de los temblores y cada vez entra uno y eso me pone nervioso”, expresó a la agencia Efe Raúl Rodríguez, padre de cuatro hijos y residentes del residencial público (barriada popular) José N. Gándara de Ponce.

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